Esta tarde, o mañana, publicaré mi despedida del blog. De momento, y con cierto retraso, voy a subir un artículo cómico sobre el sexo y su relación con la sociedad en general.
Un saludo a todos. Espero que les guste.
La vida del universitario es muy dura, eso está claro. Nos levantamos a las 7 de la mañana y nos acostamos a las 2. ¿Qué persona puede aguantar eso todos los días? Y, lo más importante, ¿Cómo lo hacemos?.
Algunos, en sus mentes turbias y malévolas, estarán pensando: "Las drogas". Hay algunas personas mayores que piensan que la drogaína se reparte en la puerta de los colegios. Pero la respuesta no es esa, sino el SEXO.
Vale, es cierto, no todos los universitarios podemos tener sexo todos los días, algunos son "Juan Palomo" es decir, ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Creo que ha sonado un poco mal eso... Sigamos pues.
El otro día perdí los calzoncillos en casa de mi novia, pero no pasó nada porque me los devolvió al día siguiente. Le pregunté: "¿Dónde estaban?". Ella me dijo que no sabía porque se los había encontrado su madre mientras limpiaba el polvo.
Pero, ese no es el problema, el problema es mi pareja. Anoche lo estábamos haciendo y cuando terminamos me dijo: "¡Cariño! ¿Te he dicho alguna vez lo bueno que eres en la cama?" y le respondí: "Pues... ¡No!" y ella me contestó: "¡Pues empieza a preguntarte por qué!".
A veces las palabras duelen más que un golpe en la entrepierna. Yo cada vez me desilusiono más con el amor, porque le preguntas a tu novia: "Cari, ¿Me quieres?" y tu pareja, en un arrebato de sinceridad, te contesta: "A ti no te puedo mentir Javi, a ti no te puedo mentir... ¡Ala buenas noches!"
Algunos cuando han visto el título han dicho: ¡Bua, esto no me lo pierdo que seguro que dice más guarradas que el Sálvame! Pero vamos a dar una oportunidad a esos salidillos...
No te preocupes, yo he recogido algunas técnicas para ligar que no han tenido un buen final en mí, pero que a lo mejor tú puedes apañarte como lo has hecho hasta ahora...
Hace unos días una chica me pidió fuego, y yo casualmente tenía un mechero (P.D.:No te preocupes mamá, que no fumo, sólo llevo un mechero por si me caigo a un pozo en medio de Valladolid y se me acaba la batería del móvil). La chica me dijo: "¡Disculpa, es que he perdido mi mechero y creo que me vas a tener que dar fuego más veces!" Yo la miré de arriba abajo, le regalé el mechero y me fui.
Otra técnica fue en un día de fiesta normal, la chica se fijó en mí según entraba en la discoteca. Llegó con una sonrisa en la boca y con un whisky en las manos, ahí si que acertó, (P.D.: No te preocupes mamá, que sólo es para aclararme la voz) me preguntó: "Aisss ¿qué te ocurre mi niño que tienes los ojos llorosos?" Y, mientras , me miraba mis labios. Se acercó a besarme y enseguida me aparté. Me dijo: "¿Qué te ocurre?" y le respondí: "No, nada... que ahora si que tengo los ojos llorosos porque se me saltan las lágrimas de tu aliento".
Y, por último, la última técnica para ligar. Cuando estás en el metro, en el bus, o en cualquier aglomeración de gente, te estás fijando constantemente en ese culo y en lo que habrá debajo del pantalón. De repente, no sabes si por el sueño o por lo gilipollas que eres de por sí, le tocas el culo. La tía se emociona y se da la vuelta pensando que ya ha ligado y te pregunta: "¿Qué te pasa?" y tú, en un arrebato de caballerosidad y nobleza le contestas gentilmente: "No, ya nada... que creí que eras guapa". Su cara cambia, aun más, de aspecto y esa sonrisa con la que antes te habló, cambia a un geto que no se le va a quitar en todo el día.
En una de mis expediciones por la ciudad, pasé por el patio de un colegio de monjas. Los chavales jugaban, pero había un grupo de niñas que cuchicheaba en la puerta, y a mí me increpó saber sus preocupaciones. ¡Qué cotilla!. Me acerqué a una de las verjas y escuché la conversación como quien se apoya en una pared para leer el periódico. Las niñas hablaban de que si "el Víctor" estaba como un tren, y que si mira qué pelito tiene, y que mira cómo juega el fútbol, y que mira cómo escupe... Y, de repente, en un haz de imaginación y creatividad, un chaval les grita a la otra punta del patio: "¡Eh, Lara que eres una guarra!" Y la chica, que era la protagonista y líder de la pandilla, le contestó con más gritos todavía: "¡Ay Jony! ¡Ven aquí que te la voy a chupar y vas a saber tú lo que es un guarra!" Ese es el futuro de España. ¡Sí señor! Y luego nos quejamos de Belén Esteban... Yo me quedé que no sabía si irme a casa o quedarme un ratito más en la calle a ver si se me pasaba el disgusto que me dio la niña. Alguno dirá: "¡Eso te pasa por cotilla!"
Al fin y al cabo, van a tener razón los jubilados que se toman un chato de vino en el bar: "La culpa de todo la tiene Zapatero!". Ahora está en la mano de 'la morritos' (me remito a unas declaraciones del Alcalde de Valladolid) que las niñas de 14 años puedan abortar sin el consentimiento de los padres, que la darían una hostia que no la haría falta ir a misa para consagrarse. Cada día me doy más cuenta de que 'somos los mismos burros, con distinto dueño'.
Pero, aun así, mientras haya sexo, tendremos la boca llena y las manos ocupadas.
¡Qué ustedes sean felices!
Javier ANDRÉS GARCÍA
viernes, 24 de diciembre de 2010
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Iniciando nuevos proyectos. NAVIDAD SÍ!!
Como algunos sabréis, abandono el blog. No lo haré definitivamente, de hecho todavía no sé qué haré con él. El motivo por el que no subiré más textos es porque se acaba de abrir mi página web y, de momento, necesito plena dedicación de mi tiempo libre a la creación de este espacio. Por eso, hoy, mañana y el viernes serán los últimos textos que suba aquí, pero no os los perdáis porque estoy seguro que os gustarán.
Hoy, de momento, voy a subir un artículo que ya he publicado en muchos sitios y, algunas personas, estarán cansadas de leerlo, pero probablemente los que me siguen desde otros países, no lo han leído todavía y estoy seguro que les gustará.
Mañana publicaré un artículo cómico, como el de hoy, sobre el sexo y su relación con la sociedad en general.
El viernes me despediré en el blog y será el día que estrene mi página web con una entrevista que ya publiqué, que me concedió un jóven cantante español, ídolo de muchos/as jóvenes españoles/as y de todo el mundo.
¡Se me olvidaba! Mi página web, que todavía está en construcción y que por el momento mi Webmaster se ha puesto en huelga en reivindicación por el cierre de páginas en Internet, es EL RINCÓN DE JAVI. Allí podréis encontrar artículos de actualidad, noticias, poesías, artículos cómicos, narrativa, deportes, foros, sección joven, videos, música, entrevistas, colaboraciones... Mi idea es hacer un espacio en el que todos puedan participar, en donde la gente pueda divertirse y que podamos hacer una página amena y entretenida para todas las personas, sea de la edad que sean e indiferentemente del país en el que residan.
Un saludo a todos.
NAVIDAD SÍ, CONSUMISMO NO
Como cada año, si hay suerte, somos los mismos pero han pasado muchas cosas durante estos meses y estamos deseosos de poder compartir unas risas o unos llantos con los que nos han visto crecer y los que han compartido con nosotros tantas cosas, ellos son nuestra familia. Pero no es tiempo de ponernos nostálgicos sino de dar una bocanada de aire fresco a unas navidades empañadas por la crisis económica que tanto entristece a las familias españolas porque, aunque no nos demos cuenta de ello, hay muchas familias que están sufriendo la desesperación de tenerse que levantar cada mañana preguntándose:" Hoy tenemos para comer ¿Mañana tendremos la misma suerte?"
Y como mi intención no es la de "amargar la tarta de limón", les explicaré de forma breve y divertida una noche de navidad.
En Nochebuena hacemos un gran esfuerzo por asistir todos los miembros de la familia, pero mi madre decide que hay que preparar las cosas desde las ocho de la mañana y sube a la buhardilla cuando estoy dormido y pregunta: "¿Estás dormido...?" Y, mientras, abre la ventana y el sol empieza a cegarme. Resulta interesante contestar a esta pregunta, porque siempre vas a contestar lo mismo: "!No te joe mamá, estaba dormido hasta que me has despertado tú!" Es entonces cuando coges el móvil, miras la hora, vuelves a dejar el móvil en la mesilla, y ni puta idea de qué hora es. Pero aun así te levantas, y con el rostro cabizbajo, tu cabeza todavía busca la cama de la que te han levantado. Desayunas y, para empezar bien el día, te tomas un colacao con sal porque con el sueño, no sabes lo que te echaste en la taza. En ese momento empiezas a oir las sillas moverse, acompañado, cómo no, del sonido chirriante de la mesa. Mi madre, mientras, está en la cocina intentando abrir un bote de mahonesa, que la llevas viendo durante todo tu desayuno que no puede abrirlo y ya ha intentado todos los 'remedios de la abuela' para abrir el bote como darle golpes en la parte inferior, mojarlo con agua caliente, abrirlo con la rodilla de la cocina... pero llegas tú y dices: "Trae, que tú no sabes..." y después de hacer un esfuerzo considerable, te das cuenta de que tú tampoco puedes y enseguida te vas al baño a hacer tus necesidades (Momento All-Bran) porque de tanto esfuerzo te han entrado ganas, por fin.
Empiezas a decorar la mesa, pero el mantel no combina con las velas, y las velas no pegan con los cubiertos de plata, es entonces cuando te preguntas: "¡¿Entonces qué pega con qué?! ¡Qué más dará el mantel y los cubiertos si ni siquiera se van a poner a mirar si combina o no, simplemente los van a utilizar para cenar!" Pues aun así te desesperas, porque hay que quitar la platería ya que el mantel no pega con las velas...
La cocina tiene un serio problema de organización, y tú decides intervenir por si se puede ayudar en algo. Te dicen: "Pásame el ese que está encima del este" y claro, te quedas con cara de poker y te saltan: "¡Niño, eres un poco cortito!"
Después de intervenir en todos los sitios sin llegar a terminar nada de lo que te puedas sentir orgulloso, decides irte a duchar. Tras estar media hora bajo la ducha y haber aporreado mi padre tres veces la puerta del baño para que dejase de gastar agua, sales del baño y el gran problema ahora es decidir lo que te pones. Al instante recuerdas que te compraste una camisa para estrenarla en ese día, vas a preguntar a tu madre y te contesta: " Como vaya yo y lo encuentre..." y entonces decides volver a mirar por temor a futuras represalias. Tu madre va y lo encuentra de entre toda la ropa que has desdoblado y, con razón, se enfada porque has dejado la habitación peor que un probador de Bershka.
Llegó el momento de la cena, empieza a llegar la familia y te dejan de encargado para recibir a los invitados. Como de costumbre, coges el telefonillo y preguntas quién es, a lo que te responden: "¡Yo!" Das al botón de apertura, no por que sepas quién es, sino porque te resulta familiar la voz. Das besos a todo el mundo, le preguntas por su vida y les invitas a entrar como si fuese la primera vez que entran en tu casa. Al principio, la gente tiene hambre y está más ocupada por pelar y comerse el langostino que por saber cómo te trata la vida. Pero el champán, los licores y el vino hacen que se empiece a alegrar la noche y las veteranas empiezan a inventarse canciones en inglés o a hacer un trío al estilo " Las Supremas de Móstoles" de alguna canción de su época. Pero aunque este año Papa Noel no va a poder bajar por la chimenea porque "no está el horno para bollos"; la felicidad se encuentra en esos pequeños momentos que recuerdas con una sonrisa, en esas caras de felicidad en los videos que aspiraron a ser fotos porque no sabíamos utilizar la cámara, en tantos momentos en los que sonríes y piensas: El dinero se lo lleva el viento pero la familia, señoras y señores, esos siempre ocuparán un espacio en nuestras vidas.
Mi consejo para estas navidades: Pasenlo genial, no den importancia a las cosas materiales, al fin y al cabo, se terminan rompiendo, pero la familia y los recuerdos siempre nos ofrecerán una sonrisa por la que merece la pena luchar.
¡Qué ustedes sean felices!
Javier ANDRÉS GARCÍA.
Hoy, de momento, voy a subir un artículo que ya he publicado en muchos sitios y, algunas personas, estarán cansadas de leerlo, pero probablemente los que me siguen desde otros países, no lo han leído todavía y estoy seguro que les gustará.
Mañana publicaré un artículo cómico, como el de hoy, sobre el sexo y su relación con la sociedad en general.
El viernes me despediré en el blog y será el día que estrene mi página web con una entrevista que ya publiqué, que me concedió un jóven cantante español, ídolo de muchos/as jóvenes españoles/as y de todo el mundo.
¡Se me olvidaba! Mi página web, que todavía está en construcción y que por el momento mi Webmaster se ha puesto en huelga en reivindicación por el cierre de páginas en Internet, es EL RINCÓN DE JAVI. Allí podréis encontrar artículos de actualidad, noticias, poesías, artículos cómicos, narrativa, deportes, foros, sección joven, videos, música, entrevistas, colaboraciones... Mi idea es hacer un espacio en el que todos puedan participar, en donde la gente pueda divertirse y que podamos hacer una página amena y entretenida para todas las personas, sea de la edad que sean e indiferentemente del país en el que residan.
Un saludo a todos.
NAVIDAD SÍ, CONSUMISMO NO
Como cada año, si hay suerte, somos los mismos pero han pasado muchas cosas durante estos meses y estamos deseosos de poder compartir unas risas o unos llantos con los que nos han visto crecer y los que han compartido con nosotros tantas cosas, ellos son nuestra familia. Pero no es tiempo de ponernos nostálgicos sino de dar una bocanada de aire fresco a unas navidades empañadas por la crisis económica que tanto entristece a las familias españolas porque, aunque no nos demos cuenta de ello, hay muchas familias que están sufriendo la desesperación de tenerse que levantar cada mañana preguntándose:" Hoy tenemos para comer ¿Mañana tendremos la misma suerte?"
Y como mi intención no es la de "amargar la tarta de limón", les explicaré de forma breve y divertida una noche de navidad.
En Nochebuena hacemos un gran esfuerzo por asistir todos los miembros de la familia, pero mi madre decide que hay que preparar las cosas desde las ocho de la mañana y sube a la buhardilla cuando estoy dormido y pregunta: "¿Estás dormido...?" Y, mientras, abre la ventana y el sol empieza a cegarme. Resulta interesante contestar a esta pregunta, porque siempre vas a contestar lo mismo: "!No te joe mamá, estaba dormido hasta que me has despertado tú!" Es entonces cuando coges el móvil, miras la hora, vuelves a dejar el móvil en la mesilla, y ni puta idea de qué hora es. Pero aun así te levantas, y con el rostro cabizbajo, tu cabeza todavía busca la cama de la que te han levantado. Desayunas y, para empezar bien el día, te tomas un colacao con sal porque con el sueño, no sabes lo que te echaste en la taza. En ese momento empiezas a oir las sillas moverse, acompañado, cómo no, del sonido chirriante de la mesa. Mi madre, mientras, está en la cocina intentando abrir un bote de mahonesa, que la llevas viendo durante todo tu desayuno que no puede abrirlo y ya ha intentado todos los 'remedios de la abuela' para abrir el bote como darle golpes en la parte inferior, mojarlo con agua caliente, abrirlo con la rodilla de la cocina... pero llegas tú y dices: "Trae, que tú no sabes..." y después de hacer un esfuerzo considerable, te das cuenta de que tú tampoco puedes y enseguida te vas al baño a hacer tus necesidades (Momento All-Bran) porque de tanto esfuerzo te han entrado ganas, por fin.
Empiezas a decorar la mesa, pero el mantel no combina con las velas, y las velas no pegan con los cubiertos de plata, es entonces cuando te preguntas: "¡¿Entonces qué pega con qué?! ¡Qué más dará el mantel y los cubiertos si ni siquiera se van a poner a mirar si combina o no, simplemente los van a utilizar para cenar!" Pues aun así te desesperas, porque hay que quitar la platería ya que el mantel no pega con las velas...
La cocina tiene un serio problema de organización, y tú decides intervenir por si se puede ayudar en algo. Te dicen: "Pásame el ese que está encima del este" y claro, te quedas con cara de poker y te saltan: "¡Niño, eres un poco cortito!"
Después de intervenir en todos los sitios sin llegar a terminar nada de lo que te puedas sentir orgulloso, decides irte a duchar. Tras estar media hora bajo la ducha y haber aporreado mi padre tres veces la puerta del baño para que dejase de gastar agua, sales del baño y el gran problema ahora es decidir lo que te pones. Al instante recuerdas que te compraste una camisa para estrenarla en ese día, vas a preguntar a tu madre y te contesta: " Como vaya yo y lo encuentre..." y entonces decides volver a mirar por temor a futuras represalias. Tu madre va y lo encuentra de entre toda la ropa que has desdoblado y, con razón, se enfada porque has dejado la habitación peor que un probador de Bershka.
Llegó el momento de la cena, empieza a llegar la familia y te dejan de encargado para recibir a los invitados. Como de costumbre, coges el telefonillo y preguntas quién es, a lo que te responden: "¡Yo!" Das al botón de apertura, no por que sepas quién es, sino porque te resulta familiar la voz. Das besos a todo el mundo, le preguntas por su vida y les invitas a entrar como si fuese la primera vez que entran en tu casa. Al principio, la gente tiene hambre y está más ocupada por pelar y comerse el langostino que por saber cómo te trata la vida. Pero el champán, los licores y el vino hacen que se empiece a alegrar la noche y las veteranas empiezan a inventarse canciones en inglés o a hacer un trío al estilo " Las Supremas de Móstoles" de alguna canción de su época. Pero aunque este año Papa Noel no va a poder bajar por la chimenea porque "no está el horno para bollos"; la felicidad se encuentra en esos pequeños momentos que recuerdas con una sonrisa, en esas caras de felicidad en los videos que aspiraron a ser fotos porque no sabíamos utilizar la cámara, en tantos momentos en los que sonríes y piensas: El dinero se lo lleva el viento pero la familia, señoras y señores, esos siempre ocuparán un espacio en nuestras vidas.
Mi consejo para estas navidades: Pasenlo genial, no den importancia a las cosas materiales, al fin y al cabo, se terminan rompiendo, pero la familia y los recuerdos siempre nos ofrecerán una sonrisa por la que merece la pena luchar.
¡Qué ustedes sean felices!
Javier ANDRÉS GARCÍA.
domingo, 19 de diciembre de 2010
¿Sabes aquellas veces...?
Este es el primer texto de la Campaña de Navidad 2010. Espero que les guste.
Un saludo.
¿Sabes aquellas veces que piensas que aunque estés sólo, te encuentras genial, de esas veces que piensas que la soledad que te envuelve es el mejor premio que te ofrecen tus amigos? Ellos saben que me gusta sentirme libre, no depender de nadie. Me gusta ser una persona al margen de la sociedad y vivir, ¡vivir como nadie lo ha hecho antes!
Estoy genial como estoy. Muchas personas me preguntan que, con las posibilidades que tengo, por qué no soy feliz junto a "un alma gemela" a la que quiera. La razón es bien simple: no estoy con nadie porque estoy feliz de estar como estoy. Siempre he querido tener el estilo de vida que tengo, siempre he querido vivir como lo hago ahora. No sé por qué he pensado siempre esto.
Quizás pienses que soy egoísta creyendo que nadie me puede hacer feliz tanto como lo puedo ser yo mismo. Pero si piensas eso es porque no me conoces. Quien me conoce sabe que, en mis acciones, antepongo la felicidad de la gente ante la mía propia, tanto es así que hay gente que me dice que, de lo "bueno" que soy, parezco gilipollas. No les falta razón. ¿Qué hace un gilipollas? ¡Gilipolleces! y yo cometo muchas gilipolleces a lo largo del día...
¿Sabes aquellas veces que eres feliz y no sabes por qué? Eres feliz porque sí. Porque te sale una sonrisilla que pareces medio tonto y la gente te mira por la calle y piensan que te has escapado de un sanatorio. Pero, aun así, hay gente que te devuelve la sonrisa. Es algo curioso, cómo vas paseando por la calle con una sonrisa, mirando a la gente y, sorprendentemente, las personas te devuelven la sonrisa. Parece que no, pero les alegras el día, o por lo menos el momento.
¿Sabes aquellas veces que piensas que la felicidad no hay que buscarla, si no que en realidad eres feliz si tú quieres? Es cierto que hay personas que están pasando unos momentos difíciles y no se ponen a recapacitar si la felicidad se tiene, si se quiere.
¿Sabes aquellas veces en las que piensas que las pequeñas cosas que, curiosamente son gratis, son las que más feliz te hacen? El amor, los amigos, la naturaleza, la familia, el día a día,...
Son aquellas veces en las que miras a tu alrededor y ves la mesa puesta , las guirnaldas en los muebles, el árbol de navidad en una esquina centelleante de luz y color, la familia en la mesa expectante mientras les pronuncias un “sois la felicidad de mi vida y, paradójicamente, los que más me hacéis llorar”, y por último te ofrecen un eterno aplauso que durará un año más... ¿Sabes aquellas veces en las que lo recuerdas y estás convencido de que nunca les podrás olvidar?
Es este momento, ¡Aprovecha tu felicidad!
Como siempre, ¡Qué ustedes sean felices!
Javier ANDRÉS GARCÍA
Un saludo.
¿Sabes aquellas veces que piensas que aunque estés sólo, te encuentras genial, de esas veces que piensas que la soledad que te envuelve es el mejor premio que te ofrecen tus amigos? Ellos saben que me gusta sentirme libre, no depender de nadie. Me gusta ser una persona al margen de la sociedad y vivir, ¡vivir como nadie lo ha hecho antes!
Estoy genial como estoy. Muchas personas me preguntan que, con las posibilidades que tengo, por qué no soy feliz junto a "un alma gemela" a la que quiera. La razón es bien simple: no estoy con nadie porque estoy feliz de estar como estoy. Siempre he querido tener el estilo de vida que tengo, siempre he querido vivir como lo hago ahora. No sé por qué he pensado siempre esto.
Quizás pienses que soy egoísta creyendo que nadie me puede hacer feliz tanto como lo puedo ser yo mismo. Pero si piensas eso es porque no me conoces. Quien me conoce sabe que, en mis acciones, antepongo la felicidad de la gente ante la mía propia, tanto es así que hay gente que me dice que, de lo "bueno" que soy, parezco gilipollas. No les falta razón. ¿Qué hace un gilipollas? ¡Gilipolleces! y yo cometo muchas gilipolleces a lo largo del día...
¿Sabes aquellas veces que eres feliz y no sabes por qué? Eres feliz porque sí. Porque te sale una sonrisilla que pareces medio tonto y la gente te mira por la calle y piensan que te has escapado de un sanatorio. Pero, aun así, hay gente que te devuelve la sonrisa. Es algo curioso, cómo vas paseando por la calle con una sonrisa, mirando a la gente y, sorprendentemente, las personas te devuelven la sonrisa. Parece que no, pero les alegras el día, o por lo menos el momento.
¿Sabes aquellas veces que piensas que la felicidad no hay que buscarla, si no que en realidad eres feliz si tú quieres? Es cierto que hay personas que están pasando unos momentos difíciles y no se ponen a recapacitar si la felicidad se tiene, si se quiere.
¿Sabes aquellas veces en las que piensas que las pequeñas cosas que, curiosamente son gratis, son las que más feliz te hacen? El amor, los amigos, la naturaleza, la familia, el día a día,...
Son aquellas veces en las que miras a tu alrededor y ves la mesa puesta , las guirnaldas en los muebles, el árbol de navidad en una esquina centelleante de luz y color, la familia en la mesa expectante mientras les pronuncias un “sois la felicidad de mi vida y, paradójicamente, los que más me hacéis llorar”, y por último te ofrecen un eterno aplauso que durará un año más... ¿Sabes aquellas veces en las que lo recuerdas y estás convencido de que nunca les podrás olvidar?
Es este momento, ¡Aprovecha tu felicidad!
Como siempre, ¡Qué ustedes sean felices!
Javier ANDRÉS GARCÍA
sábado, 18 de diciembre de 2010
Campaña de Navidad 2010
Les deseo que vean satisfechos sus sueños para el próximo año, que sus preocupaciones formen parte del pasado y no del presente. Espero que los que no hayáis encontrado el camino en este 2010, lo hagáis en el año venidero. La navidad es un momento de comidas, de regalos, de familia, de luces; pero también es un tiempo de reflexión en el que consigáis recapacitar sobre aquellos errores que no se deberían repetir. Todos cometemos errores y yo, quizás, como joven inexperto, cometa más errores que los demás, pero siempre llego a la conclusión de que he hecho muchas gilipolleces y es mi deber no volverlas a cometer, por mi bien.
Me he propuesto para esta navidad hacer un pequeño esfuerzo en subir cosas nuevas cada día, algunas serán nuevas poesías y en otras ocasiones serán narraciones. Espero que sigáis diariamente el blog y que mis entradas llenen de felicidad a aquellos corazones sedientos de esperanza, amor y paz que busquen encontrar un nuevo camino en sus vidas.
Mañana, domingo, 19 de diciembre, espero sus visitas y sus comentarios con las entradas que vaya subiendo durante los días de navidad.
¡FELIZ NAVIDAD!
viernes, 17 de diciembre de 2010
El final que olvidé...
Antes de empezar con la campaña de Navidad, os dejo un preestreno que os vaya abriendo boca. Como siempre, gracias por leer, por pasaros por el blog y por comentar.
Un saludo a todos!!
Olvidé ya los últimos besos que me diste, olvidé el sabor de tu boca cuando me decías “Te quiero”. Olvidé tus caricias en medio de la calle, olvidé cuando me mirabas a los ojos y me sonrojaba como un crío. Olvidé tus manos al contacto con mi piel. Olvidé las noches en las que me quedaba mirándote, olvidé tus hechicerías que me hacían rebajarme a tus pies.
Olvidé que tú lo eras todo para mí, olvidé que me hacías feliz en cada momento de mi amanecer.
Y ahora recuerdo todo esto para poder darme cuenta de que no me olvidé de tus falsos besos, no me olvidé del desagradable sabor de tu boca cuando me decías un irreal “Te quiero”. No me olvidé de tus caricias que me empalagaban, no me olvidé de cuando me mirabas con esos ojos penetrantes cuando te enfadabas como una histérica, que era frecuente. No olvidé tus manos heladas cuando me tocaban. No olvidé las noches en las que me quedaba mirándote preguntándome: "¡¿qué coño estoy haciendo con esta chica?!"
No olvidé que llegué a pensar que podrías ser algo en mi vida. No olvidé que nuestro recuerdo valdría más que aquello que nunca podré olvidar...
Javier ANDRÉS GARCÍA
Un saludo a todos!!
Olvidé ya los últimos besos que me diste, olvidé el sabor de tu boca cuando me decías “Te quiero”. Olvidé tus caricias en medio de la calle, olvidé cuando me mirabas a los ojos y me sonrojaba como un crío. Olvidé tus manos al contacto con mi piel. Olvidé las noches en las que me quedaba mirándote, olvidé tus hechicerías que me hacían rebajarme a tus pies.
Olvidé que tú lo eras todo para mí, olvidé que me hacías feliz en cada momento de mi amanecer.
Y ahora recuerdo todo esto para poder darme cuenta de que no me olvidé de tus falsos besos, no me olvidé del desagradable sabor de tu boca cuando me decías un irreal “Te quiero”. No me olvidé de tus caricias que me empalagaban, no me olvidé de cuando me mirabas con esos ojos penetrantes cuando te enfadabas como una histérica, que era frecuente. No olvidé tus manos heladas cuando me tocaban. No olvidé las noches en las que me quedaba mirándote preguntándome: "¡¿qué coño estoy haciendo con esta chica?!"
No olvidé que llegué a pensar que podrías ser algo en mi vida. No olvidé que nuestro recuerdo valdría más que aquello que nunca podré olvidar...
Javier ANDRÉS GARCÍA
Dedicado a la mariposa traicionera que me dio la vida y ahora me la quita.
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