viernes, 28 de diciembre de 2012

Paloma herida


(I)
Así se marchó mi amor,
Por puro egoísmo,
Sin darnos apenas cuenta,
De que el fin se acercaba.
Y como paloma herida,
Se marchó, sin retorno.
Y yo quisiera decirte
Que eras el amor de mi vida,
Que lo sigues siendo,
Y que por las noches
el insomnio aparece, por ti, sin demora.
Me atrapa tu recuerdo y tu desaparecida mirada.
La cama está vacía,
Y la mañana es fría,
La tristeza es mi día a día.
Y me preparo como a ti te gustaría,
Por si vuelves vida mía.
Y me creo que soy poeta,
De escritor de mucha sabiduría,
Y de nuevo la hipocresía me deja ciego,
Por no ver lo ciego que estaría,
De que te quiero y ya no estás conmigo.

(II)
Lanzaré al aire todas mis penas,
Echaré mis lágrimas en el agua turbia,
Susurraré tu nombre en las esquinas,
Por si algún día me dices que regresas.
La soledad se desnuda a mi lado,
Como si me hiciese compañía.
Maldita paloma que me abandona,
Y marchas por la lejanía como si no le importara.
Sus besos, su fina boca,
Su forma de hacerme reír.
Pero distante te siento,
Aunque acerques tu vuelo.
Distante de mí, y de todo lo nuestro.
Callada, por mucho que hablas,
Sólo tú me quitas la calma.
Puede ser que yo esté equivocado,
Que no merezca tus desvelos.
Te quiero y te odio.
Te olvido y me atrapas.
Me rindo al saber que sin ti…
Sin ti… sin ti, amor mío, yo no soy nada.
Me perderé en la noche oscura,
Si no me abraza.

Cariño, solo eso, cariño.
Calla, cariño, solo calla.
Amor, solo amor, ¿Tú me amas?


Javier Andrés.