Como algunos sabréis, abandono el blog. No lo haré definitivamente, de hecho todavía no sé qué haré con él. El motivo por el que no subiré más textos es porque se acaba de abrir mi página web y, de momento, necesito plena dedicación de mi tiempo libre a la creación de este espacio. Por eso, hoy, mañana y el viernes serán los últimos textos que suba aquí, pero no os los perdáis porque estoy seguro que os gustarán.
Hoy, de momento, voy a subir un artículo que ya he publicado en muchos sitios y, algunas personas, estarán cansadas de leerlo, pero probablemente los que me siguen desde otros países, no lo han leído todavía y estoy seguro que les gustará.
Mañana publicaré un artículo cómico, como el de hoy, sobre el sexo y su relación con la sociedad en general.
El viernes me despediré en el blog y será el día que estrene mi página web con una entrevista que ya publiqué, que me concedió un jóven cantante español, ídolo de muchos/as jóvenes españoles/as y de todo el mundo.
¡Se me olvidaba! Mi página web, que todavía está en construcción y que por el momento mi Webmaster se ha puesto en huelga en reivindicación por el cierre de páginas en Internet, es EL RINCÓN DE JAVI. Allí podréis encontrar artículos de actualidad, noticias, poesías, artículos cómicos, narrativa, deportes, foros, sección joven, videos, música, entrevistas, colaboraciones... Mi idea es hacer un espacio en el que todos puedan participar, en donde la gente pueda divertirse y que podamos hacer una página amena y entretenida para todas las personas, sea de la edad que sean e indiferentemente del país en el que residan.
Un saludo a todos.
NAVIDAD SÍ, CONSUMISMO NO
Como cada año, si hay suerte, somos los mismos pero han pasado muchas cosas durante estos meses y estamos deseosos de poder compartir unas risas o unos llantos con los que nos han visto crecer y los que han compartido con nosotros tantas cosas, ellos son nuestra familia. Pero no es tiempo de ponernos nostálgicos sino de dar una bocanada de aire fresco a unas navidades empañadas por la crisis económica que tanto entristece a las familias españolas porque, aunque no nos demos cuenta de ello, hay muchas familias que están sufriendo la desesperación de tenerse que levantar cada mañana preguntándose:" Hoy tenemos para comer ¿Mañana tendremos la misma suerte?"
Y como mi intención no es la de "amargar la tarta de limón", les explicaré de forma breve y divertida una noche de navidad.
En Nochebuena hacemos un gran esfuerzo por asistir todos los miembros de la familia, pero mi madre decide que hay que preparar las cosas desde las ocho de la mañana y sube a la buhardilla cuando estoy dormido y pregunta: "¿Estás dormido...?" Y, mientras, abre la ventana y el sol empieza a cegarme. Resulta interesante contestar a esta pregunta, porque siempre vas a contestar lo mismo: "!No te joe mamá, estaba dormido hasta que me has despertado tú!" Es entonces cuando coges el móvil, miras la hora, vuelves a dejar el móvil en la mesilla, y ni puta idea de qué hora es. Pero aun así te levantas, y con el rostro cabizbajo, tu cabeza todavía busca la cama de la que te han levantado. Desayunas y, para empezar bien el día, te tomas un colacao con sal porque con el sueño, no sabes lo que te echaste en la taza. En ese momento empiezas a oir las sillas moverse, acompañado, cómo no, del sonido chirriante de la mesa. Mi madre, mientras, está en la cocina intentando abrir un bote de mahonesa, que la llevas viendo durante todo tu desayuno que no puede abrirlo y ya ha intentado todos los 'remedios de la abuela' para abrir el bote como darle golpes en la parte inferior, mojarlo con agua caliente, abrirlo con la rodilla de la cocina... pero llegas tú y dices: "Trae, que tú no sabes..." y después de hacer un esfuerzo considerable, te das cuenta de que tú tampoco puedes y enseguida te vas al baño a hacer tus necesidades (Momento All-Bran) porque de tanto esfuerzo te han entrado ganas, por fin.
Empiezas a decorar la mesa, pero el mantel no combina con las velas, y las velas no pegan con los cubiertos de plata, es entonces cuando te preguntas: "¡¿Entonces qué pega con qué?! ¡Qué más dará el mantel y los cubiertos si ni siquiera se van a poner a mirar si combina o no, simplemente los van a utilizar para cenar!" Pues aun así te desesperas, porque hay que quitar la platería ya que el mantel no pega con las velas...
La cocina tiene un serio problema de organización, y tú decides intervenir por si se puede ayudar en algo. Te dicen: "Pásame el ese que está encima del este" y claro, te quedas con cara de poker y te saltan: "¡Niño, eres un poco cortito!"
Después de intervenir en todos los sitios sin llegar a terminar nada de lo que te puedas sentir orgulloso, decides irte a duchar. Tras estar media hora bajo la ducha y haber aporreado mi padre tres veces la puerta del baño para que dejase de gastar agua, sales del baño y el gran problema ahora es decidir lo que te pones. Al instante recuerdas que te compraste una camisa para estrenarla en ese día, vas a preguntar a tu madre y te contesta: " Como vaya yo y lo encuentre..." y entonces decides volver a mirar por temor a futuras represalias. Tu madre va y lo encuentra de entre toda la ropa que has desdoblado y, con razón, se enfada porque has dejado la habitación peor que un probador de Bershka.
Llegó el momento de la cena, empieza a llegar la familia y te dejan de encargado para recibir a los invitados. Como de costumbre, coges el telefonillo y preguntas quién es, a lo que te responden: "¡Yo!" Das al botón de apertura, no por que sepas quién es, sino porque te resulta familiar la voz. Das besos a todo el mundo, le preguntas por su vida y les invitas a entrar como si fuese la primera vez que entran en tu casa. Al principio, la gente tiene hambre y está más ocupada por pelar y comerse el langostino que por saber cómo te trata la vida. Pero el champán, los licores y el vino hacen que se empiece a alegrar la noche y las veteranas empiezan a inventarse canciones en inglés o a hacer un trío al estilo " Las Supremas de Móstoles" de alguna canción de su época. Pero aunque este año Papa Noel no va a poder bajar por la chimenea porque "no está el horno para bollos"; la felicidad se encuentra en esos pequeños momentos que recuerdas con una sonrisa, en esas caras de felicidad en los videos que aspiraron a ser fotos porque no sabíamos utilizar la cámara, en tantos momentos en los que sonríes y piensas: El dinero se lo lleva el viento pero la familia, señoras y señores, esos siempre ocuparán un espacio en nuestras vidas.
Mi consejo para estas navidades: Pasenlo genial, no den importancia a las cosas materiales, al fin y al cabo, se terminan rompiendo, pero la familia y los recuerdos siempre nos ofrecerán una sonrisa por la que merece la pena luchar.
¡Qué ustedes sean felices!
Javier ANDRÉS GARCÍA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario