martes, 26 de octubre de 2010
Poesía ...:::El solitario vallisoletano:::...
No salen lágrimas porque están clavadas,
no hay llanto mientras escribo estas palabras,
no hay alegrías que me hagan olvidar el recuerdo de nuestras miradas.
Para ver si me amabas, lo intenté todo
y ahora me doy cuenta que me quedé solo,
no tengo nada, nada que me haga olvidar
que me quisiste y ahora no me quieres amar.
Quisiste mi corazón y te lo presté,
como un tonto creí que me querías,
renuncié a lo poco que tenía,
y aun así, con nada me quedé.
Esta mañana he ído al médico,
para que me cure el corazón,
pero me dijo que esta muerte tan lenta
no se arreglaba con medicación.
Me imagino que te has ido de mi vida,
porque no quiero volverte a ver,
me has engañado y no lo perdonaré,
y así paso siempre mis días,
esperando a ser la persona correspondida.
Mis días son un tormento,
pero peor son las noches de pensamiento,
y día tras día todo sigue igual,
sigo pensando que no hay sitio en la realidad.
No salen lágrimas porque están clavadas,
no hay llanto mientras escribo estas palabras,
no hay alegrías que me hagan olvidar el recuerdo de nuestras miradas.
Pensé que todo empezaría a cambiar
cuando te encontré y te miré a los ojos,
pero ahora mis ojos se nublaron de tanto llorar,
te dije un Hola y me respondiste un Adiós.
Una persona amiga que nunca llegará a ser más,
pero ofrecer amistad al que muere de amor,
es como dar alimento al que muere de sed;
y sentir que ya no soñaré por tu calor,
con tenerte en mi cama y tenerte a mi merced.
Y aunque sé que me va a costar,
te diré Adiós, una vez más,
porque no quiero sufrir en cada despertar,
perderte de vista será lo mejor que me pasará.
Me miro al espejo y pienso lo gilipollas que he sido,
me han mentido, me han utilizado, me han engañado,
y aún así pongo mi mejor cara a la gente,
porque aunque no me salga la sonrisa,
pero mi ánimo está patente.
No salen lágrimas porque están clavadas,
no hay llanto mientras escribo estas palabras,
no hay alegrías que me hagan olvidar el recuerdo de nuestras miradas.
Javier ANDRÉS GARCÍA.
martes, 19 de octubre de 2010
El reloj marcó las 7...
El reloj marcó las siete y el sol empezó a asomarse tímidamente en aquella cumbre, allí donde dos enamorados se conocieron y empezaron una relación que duraría toda una vida.
Aunque su salud se lo impedía, aquellos ancianos que llevaban sesenta años juntos, decidieron pasar sus últimos momentos en aquel amanecer, en esa montaña.
Recordando sus experiencias, sus momentos vividos, iban pasando sus últimos minutos "jugando a ser niños" otra vez.
Se cansaron de ver el amanecer y, cuando el reloj marcaba las siete y diez, cerraron los ojos eternamente los ancianos y "volvieron a nacer".
ANOTACIÓN: Este minirelato fue un trabajo práctico que realizamos los estudiantes de Periodismo de la Universidad de Valladolid durante la clase de Redacción Periodística(I). La profesora nos dio la primera frase, en mi caso también es el título, y debíamos desarrollar una historia, relato o noticia periodística.
Javier ANDRÉS GARCÍA "Soñé que estabas en mi cama, que estabas en mis brazos, que te daba un beso, que te ofrecía mi vida... Pero al despertarme ya nada existía, nada había sido real".
lunes, 11 de octubre de 2010
¡¡Gracias!!
Hoy cumplo los 18, los años soñados,
Y me siento igual que antes.
En la cama, los mismos vanos,
En la soledad, las mismas penas.
Los recuerdos son cálidos
Para una noche fría de octubre.
Escribo mi vida en varios párrafos,
Que lleguen a lo más profundo de mi alma.
Me llené de clavos las manos,
Por escribir para un público apreciado.
Inventé la forma trágica de cada momento,
Los versos que se escriben según se hablan.
Quise saber la razón del camino pasado,
Lo pensé, y al lado de mi gente me encontré.
Mi familia, mis amigos, mi gente,
Me ayudaron a ser lo que hoy ves.
Que el poeta sea un hombre
Es gracias a pocos nombres.
Encendí la vela de mi 18 cumpleaños,
Y la apagué porque no debía ser yo el homenajeado.
Las palabras son ingratas
Pero los hechos son sagrados.
Porque no hay palabras que mejor lo definan,
En un día que me apetece decir un inmenso: ¡Gracias!
Javier ANDRÉS GARCÍA
Y me siento igual que antes.
En la cama, los mismos vanos,
En la soledad, las mismas penas.
Los recuerdos son cálidos
Para una noche fría de octubre.
Escribo mi vida en varios párrafos,
Que lleguen a lo más profundo de mi alma.
Me llené de clavos las manos,
Por escribir para un público apreciado.
Inventé la forma trágica de cada momento,
Los versos que se escriben según se hablan.
Quise saber la razón del camino pasado,
Lo pensé, y al lado de mi gente me encontré.
Mi familia, mis amigos, mi gente,
Me ayudaron a ser lo que hoy ves.
Que el poeta sea un hombre
Es gracias a pocos nombres.
Encendí la vela de mi 18 cumpleaños,
Y la apagué porque no debía ser yo el homenajeado.
Las palabras son ingratas
Pero los hechos son sagrados.
Porque no hay palabras que mejor lo definan,
En un día que me apetece decir un inmenso: ¡Gracias!
Javier ANDRÉS GARCÍA
viernes, 1 de octubre de 2010
...:::Mi amigo inseparable:::.... ....:::My inseparable friend:::... ....::: Mon ami inséparable:::...
Os presento un relato narrativo que presenté en un concurso de Relato Breve y por el que obtuve el primer premio. Me he tomado la molestia, además, de hacer un video en exclusiva para esta narración, con imágenes que a mí me gustaban y con la música que me ha parecido adecuada. Publico esta entradilla en castellano, inglés y francés, por las razones citadas anteriormente, y con el anterior orden. Espero que ustedes disfruten del video que he hecho y del relato. Es una historia que he podido vivir "en mis propias carnes". Espero sus comentarios.
Gracias a todos!
Un saludo!
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I present a narrative that I presented in a Short Story Contest and you got the first prize. I have taken the trouble to also make a video exclusively for this story, with images that I liked and the music I was appropriate. Publish this intro in Spanish, English and French, for the reasons cited above, and with the previous order. I hope you enjoy the video I've done and the story. It is a story that I could live "in my own flesh." I welcome your comments.
Thank you all! Greetings!
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Je présente un récit que j'ai présenté dans une courte histoire du concours et vous avez obtenu le premier prix. J'ai pris la peine de faire également une vidéo exclusivement pour cette histoire, avec des images que j'ai aimé et la musique que j'ai été le cas. Publier cette intro en espagnole, en anglais et en française, pour les raisons citées ci-dessus, et avec l'ordre précédent. J'espère que vous apprécierez la vidéo que j'ai fait et l'histoire. C'est une histoire que je puisse vivre "dans ma propre chair." Je me réjouis de vos commentaires.
Merci à vous tous! Salutations!
MI AMIGO INSEPARABLE - MY INSEPARABLE FRIEND - MON AMI INSÉPARABLE
Tras cuatro años largos en la guerra de Irak, me dispuse a llamar a mis padres y contarle que nuestra batalla había acabado. Nunca entendí la guerra, pese a estar metido de lleno, no supe cual era el verdadero objetivo de estar allí. Minutos antes de salir de vuelta a España, llamé desde una cabina telefónica del aeropuerto a mi familia. Mis padres vivían en Salamanca y estaba seguro de que se alegrarían de mi llamada tras cuatro años lejos de mi pasado.
- Papá tengo que contaros algo…
- Dime hijo ¿Qué ocurre?
- En estos cuatro últimos años me han pasado cosas muy dolorosas y otras muchas que me han traído mucha felicidad.
- Ve al grano hijo ¿Qué ocurre?
- No me interrumpas que voy a ello. Bueno pues lo que os quería decir es que tengo un amigo que me gustaría llevar a casa. Él está solo y no tiene familia y yo estoy totalmente seguro de que no puedo dejarlo solo así como así…
- Pues claro hijo, dile que venga a casa… nosotros encantados de que esté con nosotros.
- Espera un momento papá, todavía no terminé. Mi amigo ha tenido un accidente recientemente en esta guerra a causa de una mina y quedó en una silla de ruedas.
- Hijo, nosotros ayudaremos a tu amigo a encontrar un sitio donde se encuentre a gusto…
- No papá, él y yo queremos estar juntos con vosotros.
- No puede ser hijo. Nosotros tenemos una vida a la que hacer frente y no podemos cuidar de tu amigo, sería una verdadera carga para nosotros.
La conversación acabó en ese mismo momento. De esta forma, entendí que no podía dejar sólo a mi amigo. Ya éramos casi inseparables, ya era parte de mi vida.
Al llegar a Madrid supe que debería hacer un cambio a mi vida. Nos hospedamos en un pequeño hostal de Madrid, que nos costó mucho encontrar, debido a la necesidad de acceso para minusválidos. Era a lo único a lo que podíamos aspirar, apenas teníamos dinero y no encontrábamos a nadie que nos pudiese ayudar.
A la mañana siguiente deberíamos encontrar una tienda un poco especial de ropa cómoda para mi amigo, ya que vinimos con nuestro uniforme del ejército. No fue nada fácil encontrar algo que se amoldase a lo que buscábamos. Sin apenas darnos cuenta, el día se había terminado. Llegamos al hostal para dormir lo que pudiésemos, aunque desde el momento en que estuvimos en Irak no conseguíamos dormir seguros.
Al día siguiente, nuestra prioridad era encontrar trabajo. Ninguno de los dos teníamos estudios aparte de nuestra experiencia como militares, por lo que se hizo cada vez más difícil encontrar trabajo. Sobre todo nuestro objetivo era encontrar dos puestos en la misma empresa, ya que él no podía valerse por sí mismo, y yo me sentía mal al dejarle sólo. Todo el mundo nos contestaba de igual forma:
- Lo sentimos, pero en estos tiempos de crisis, estamos buscando alguien más preparado para los dos puestos vacantes.
Pero yo no entendí esas respuestas. Probablemente porque ninguno de ellos sabe lo que es pasar hambre, dolor, guerras, pobreza… Eso si que era crisis, en cambio nadie en Irak se quejaba de lo poco que tenía. Me acordé de una de las mujeres que acudía diariamente con uno de sus hijos de 2 años al campamento en Irak para pedirnos lo que sobraba de nuestra comida. Nos contaba que su marido tenía siete esposas y que ella solo le veía alguna noche cada mes. Pero claro, ¿Cómo es posible que una persona que no sabe ni siquiera lo que tiene, sea capaz de tener a sus esposas en tal estado? Era otra pregunta sin responder, de este tipo de cosas aprendes mucho, pero son verdaderamente duras. Sobre todo cuando las vives día a día y te das cuenta de lo que tenemos y de las injusticias de la vida.
Nadie se ofreció a darnos un trabajo. Nuestra situación era cada vez peor. Tras quince días de búsqueda nos vimos obligados a asistir a comedores sociales y a desocupar nuestra habitación alquilada del hostal. ¿Por qué no era posible encontrar un trabajo? Quizá, como mis padres, tenían miedo de cuidar a un minusválido que sería un estorbo para la empresa.
Sobrevivimos una semana con lo que nos proporcionaban de alimentos y ropa. Pensé en llamar a mis padres pero no podía dejar solo a mi amigo, y mucho menos en la situación en la que estábamos. La señora del hostal en el que nos habíamos hospedado nos acogió al saber en la situación en la que nos encontrábamos. Era bastante malhumorada pero, como normalmente suele pasar, tenía un corazón ‘que no le cabía en el pecho’. Nosotros sabíamos que no debíamos abusar de aquella señora y que, en cuanto pudiésemos, nos marcharíamos de allí aunque no hubiésemos encontrado nada para subsistir.
Una noche mi amigo se despertó repentinamente, parecía haber tenido una pesadilla. Estuvimos hablando durante bastante rato. Sacamos la conclusión de que nuestra vida no había servido para nada, de lo mucho que nos había cambiado la vida a raíz del accidente y de lo poco que estaba la sociedad concienciada con este tipo de problemas. Me di cuenta esa noche que nuestra depresión era ya un hecho y que, o alguien nos ayudaba o, acabaríamos mal.
De tal forma que nuestra vida se fue apagando, como una vela debajo de una gotera, en la que poco a poco se va agotando sus fuerzas y llega un momento que es imposible volverla a encender. Eso fue lo que nos pasó a nosotros.
Tras dos meses viviendo en Madrid y de haber estado en el auténtico infierno en Irak, encontramos en España nuestro final. Pero qué paradoja más grande, la de sentirnos perdidos en Madrid y por el contrario, haber visto y vivido lo peor en Irak. Sin embargo nos sentíamos un problema más, de los que se olvidan pero se siguen sufriendo igual.
Antes de ello quisiera contar esta historia de las que no se olvidan. Lamentablemente esta es mi historia. Pero antes de ello no me despediré, sin antes deciros toda la verdad: nunca existió un gran amigo, ya que mi gran amigo fue mi discapacidad, la llamé así porque yo acepté mi problema mirando a la cara a lo que se me venía encima pero la sociedad no está preparada para aceptarlo. En ocasiones hablamos de entorpecer vidas, de enfermedad, de trabas y problemas; cuando los verdaderos problemas los tiene la sociedad por no aceptar lo que cada uno tiene en su vida. Encontramos placentero una visita de alguien famoso, importante, guapo o divertido; pero no nos gustan las personas que vemos con otros ojos, que nos molestan o nos hacen trabajar. Preferimos quedarnos lejos de las personas que no son saludables o guapos.
Por fin y tras mucho meditar, el 31 de diciembre de 2009 a las once horas de la noche, termino de escribir mi historia. Mi único propósito es llegar a las doce de la noche del 1 de enero de 2010 al puente de Segovia (Madrid) y desde allí terminar con mi vida y con la de mi amigo inseparable que me acompañó desde mis últimos días en Irak. Me imaginaré desde lo alto a mi familia, cuando se den cuenta de que aquel estorbo de amigo era mi discapacidad. Me iré, por fin, no sin antes dejar mi historia en el puente dando a conocer lo que fue y lo que siempre será mi vida, sin un presente al que seguir; derramando una lágrima en cuartillas manchadas.
Mi futuro formará parte de ti, solo si verdaderamente conoces esta historia y quieres formar parte de ella. A mi me cambió la vida sin tener nada para seguirla, pero a ti te cambiará la vida teniendo todo por hacer.
Sintiendo un dolor grandísimo por lo que hubiese sido mi vida y no pudo ser, por lo que habría sido mi historia y nunca llegará a ser.
HASTA SIEMPRE
Gracias a todos!
Un saludo!
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I present a narrative that I presented in a Short Story Contest and you got the first prize. I have taken the trouble to also make a video exclusively for this story, with images that I liked and the music I was appropriate. Publish this intro in Spanish, English and French, for the reasons cited above, and with the previous order. I hope you enjoy the video I've done and the story. It is a story that I could live "in my own flesh." I welcome your comments.
Thank you all! Greetings!
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Je présente un récit que j'ai présenté dans une courte histoire du concours et vous avez obtenu le premier prix. J'ai pris la peine de faire également une vidéo exclusivement pour cette histoire, avec des images que j'ai aimé et la musique que j'ai été le cas. Publier cette intro en espagnole, en anglais et en française, pour les raisons citées ci-dessus, et avec l'ordre précédent. J'espère que vous apprécierez la vidéo que j'ai fait et l'histoire. C'est une histoire que je puisse vivre "dans ma propre chair." Je me réjouis de vos commentaires.
Merci à vous tous! Salutations!
MI AMIGO INSEPARABLE - MY INSEPARABLE FRIEND - MON AMI INSÉPARABLE
Tras cuatro años largos en la guerra de Irak, me dispuse a llamar a mis padres y contarle que nuestra batalla había acabado. Nunca entendí la guerra, pese a estar metido de lleno, no supe cual era el verdadero objetivo de estar allí. Minutos antes de salir de vuelta a España, llamé desde una cabina telefónica del aeropuerto a mi familia. Mis padres vivían en Salamanca y estaba seguro de que se alegrarían de mi llamada tras cuatro años lejos de mi pasado.
- Papá tengo que contaros algo…
- Dime hijo ¿Qué ocurre?
- En estos cuatro últimos años me han pasado cosas muy dolorosas y otras muchas que me han traído mucha felicidad.
- Ve al grano hijo ¿Qué ocurre?
- No me interrumpas que voy a ello. Bueno pues lo que os quería decir es que tengo un amigo que me gustaría llevar a casa. Él está solo y no tiene familia y yo estoy totalmente seguro de que no puedo dejarlo solo así como así…
- Pues claro hijo, dile que venga a casa… nosotros encantados de que esté con nosotros.
- Espera un momento papá, todavía no terminé. Mi amigo ha tenido un accidente recientemente en esta guerra a causa de una mina y quedó en una silla de ruedas.
- Hijo, nosotros ayudaremos a tu amigo a encontrar un sitio donde se encuentre a gusto…
- No papá, él y yo queremos estar juntos con vosotros.
- No puede ser hijo. Nosotros tenemos una vida a la que hacer frente y no podemos cuidar de tu amigo, sería una verdadera carga para nosotros.
La conversación acabó en ese mismo momento. De esta forma, entendí que no podía dejar sólo a mi amigo. Ya éramos casi inseparables, ya era parte de mi vida.
Al llegar a Madrid supe que debería hacer un cambio a mi vida. Nos hospedamos en un pequeño hostal de Madrid, que nos costó mucho encontrar, debido a la necesidad de acceso para minusválidos. Era a lo único a lo que podíamos aspirar, apenas teníamos dinero y no encontrábamos a nadie que nos pudiese ayudar.
A la mañana siguiente deberíamos encontrar una tienda un poco especial de ropa cómoda para mi amigo, ya que vinimos con nuestro uniforme del ejército. No fue nada fácil encontrar algo que se amoldase a lo que buscábamos. Sin apenas darnos cuenta, el día se había terminado. Llegamos al hostal para dormir lo que pudiésemos, aunque desde el momento en que estuvimos en Irak no conseguíamos dormir seguros.
Al día siguiente, nuestra prioridad era encontrar trabajo. Ninguno de los dos teníamos estudios aparte de nuestra experiencia como militares, por lo que se hizo cada vez más difícil encontrar trabajo. Sobre todo nuestro objetivo era encontrar dos puestos en la misma empresa, ya que él no podía valerse por sí mismo, y yo me sentía mal al dejarle sólo. Todo el mundo nos contestaba de igual forma:
- Lo sentimos, pero en estos tiempos de crisis, estamos buscando alguien más preparado para los dos puestos vacantes.
Pero yo no entendí esas respuestas. Probablemente porque ninguno de ellos sabe lo que es pasar hambre, dolor, guerras, pobreza… Eso si que era crisis, en cambio nadie en Irak se quejaba de lo poco que tenía. Me acordé de una de las mujeres que acudía diariamente con uno de sus hijos de 2 años al campamento en Irak para pedirnos lo que sobraba de nuestra comida. Nos contaba que su marido tenía siete esposas y que ella solo le veía alguna noche cada mes. Pero claro, ¿Cómo es posible que una persona que no sabe ni siquiera lo que tiene, sea capaz de tener a sus esposas en tal estado? Era otra pregunta sin responder, de este tipo de cosas aprendes mucho, pero son verdaderamente duras. Sobre todo cuando las vives día a día y te das cuenta de lo que tenemos y de las injusticias de la vida.
Nadie se ofreció a darnos un trabajo. Nuestra situación era cada vez peor. Tras quince días de búsqueda nos vimos obligados a asistir a comedores sociales y a desocupar nuestra habitación alquilada del hostal. ¿Por qué no era posible encontrar un trabajo? Quizá, como mis padres, tenían miedo de cuidar a un minusválido que sería un estorbo para la empresa.
Sobrevivimos una semana con lo que nos proporcionaban de alimentos y ropa. Pensé en llamar a mis padres pero no podía dejar solo a mi amigo, y mucho menos en la situación en la que estábamos. La señora del hostal en el que nos habíamos hospedado nos acogió al saber en la situación en la que nos encontrábamos. Era bastante malhumorada pero, como normalmente suele pasar, tenía un corazón ‘que no le cabía en el pecho’. Nosotros sabíamos que no debíamos abusar de aquella señora y que, en cuanto pudiésemos, nos marcharíamos de allí aunque no hubiésemos encontrado nada para subsistir.
Una noche mi amigo se despertó repentinamente, parecía haber tenido una pesadilla. Estuvimos hablando durante bastante rato. Sacamos la conclusión de que nuestra vida no había servido para nada, de lo mucho que nos había cambiado la vida a raíz del accidente y de lo poco que estaba la sociedad concienciada con este tipo de problemas. Me di cuenta esa noche que nuestra depresión era ya un hecho y que, o alguien nos ayudaba o, acabaríamos mal.
De tal forma que nuestra vida se fue apagando, como una vela debajo de una gotera, en la que poco a poco se va agotando sus fuerzas y llega un momento que es imposible volverla a encender. Eso fue lo que nos pasó a nosotros.
Tras dos meses viviendo en Madrid y de haber estado en el auténtico infierno en Irak, encontramos en España nuestro final. Pero qué paradoja más grande, la de sentirnos perdidos en Madrid y por el contrario, haber visto y vivido lo peor en Irak. Sin embargo nos sentíamos un problema más, de los que se olvidan pero se siguen sufriendo igual.
Antes de ello quisiera contar esta historia de las que no se olvidan. Lamentablemente esta es mi historia. Pero antes de ello no me despediré, sin antes deciros toda la verdad: nunca existió un gran amigo, ya que mi gran amigo fue mi discapacidad, la llamé así porque yo acepté mi problema mirando a la cara a lo que se me venía encima pero la sociedad no está preparada para aceptarlo. En ocasiones hablamos de entorpecer vidas, de enfermedad, de trabas y problemas; cuando los verdaderos problemas los tiene la sociedad por no aceptar lo que cada uno tiene en su vida. Encontramos placentero una visita de alguien famoso, importante, guapo o divertido; pero no nos gustan las personas que vemos con otros ojos, que nos molestan o nos hacen trabajar. Preferimos quedarnos lejos de las personas que no son saludables o guapos.
Por fin y tras mucho meditar, el 31 de diciembre de 2009 a las once horas de la noche, termino de escribir mi historia. Mi único propósito es llegar a las doce de la noche del 1 de enero de 2010 al puente de Segovia (Madrid) y desde allí terminar con mi vida y con la de mi amigo inseparable que me acompañó desde mis últimos días en Irak. Me imaginaré desde lo alto a mi familia, cuando se den cuenta de que aquel estorbo de amigo era mi discapacidad. Me iré, por fin, no sin antes dejar mi historia en el puente dando a conocer lo que fue y lo que siempre será mi vida, sin un presente al que seguir; derramando una lágrima en cuartillas manchadas.
Mi futuro formará parte de ti, solo si verdaderamente conoces esta historia y quieres formar parte de ella. A mi me cambió la vida sin tener nada para seguirla, pero a ti te cambiará la vida teniendo todo por hacer.
Sintiendo un dolor grandísimo por lo que hubiese sido mi vida y no pudo ser, por lo que habría sido mi historia y nunca llegará a ser.
HASTA SIEMPRE
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