(I)
Así se marchó mi amor,
Así se marchó mi amor,
Por puro egoísmo,
Sin darnos apenas cuenta,
De que el fin se acercaba.
Y como paloma herida,
Se marchó, sin retorno.
Y yo quisiera decirte
Que eras el amor de mi
vida,
Que lo sigues siendo,
Y que por las noches
el insomnio aparece, por
ti, sin demora.
Me atrapa tu recuerdo y
tu desaparecida mirada.
La cama está vacía,
Y la mañana es fría,
La tristeza es mi día a
día.
Y me preparo como a ti te
gustaría,
Por si vuelves vida mía.
Y me creo que soy poeta,
De escritor de mucha
sabiduría,
Y de nuevo la hipocresía
me deja ciego,
Por no ver lo ciego que
estaría,
De que te quiero y ya no
estás conmigo.
(II)
Lanzaré al aire todas mis
penas,
Echaré mis lágrimas en el
agua turbia,
Susurraré tu nombre en
las esquinas,
Por si algún día me dices
que regresas.
La soledad se desnuda a
mi lado,
Como si me hiciese
compañía.
Maldita paloma que me
abandona,
Y marchas por la lejanía
como si no le importara.
Sus besos, su fina boca,
Su forma de hacerme reír.
Pero distante te siento,
Aunque acerques tu vuelo.
Distante de mí, y de todo
lo nuestro.
Callada, por mucho que
hablas,
Sólo tú me quitas la
calma.
Puede ser que yo esté equivocado,
Que no merezca tus
desvelos.
Te quiero y te odio.
Te olvido y me atrapas.
Me rindo al saber que sin
ti…
Sin ti… sin ti, amor mío,
yo no soy nada.
Me perderé en la noche
oscura,
Si no me abraza.
Cariño, solo eso, cariño.
Calla, cariño, solo
calla.
Amor, solo amor, ¿Tú me
amas?
Javier Andrés.